16 sept de 2007

DECLARACION

Hoy en el mundo tenemos la oportunidad de superar definitivamente la violencia. Poco a poco arribamos a una situación donde somos muchos los que no estamos de acuerdo con ninguna de las formas de violencia y de discriminación.

“Humanismo” y “no-violencia” son palabras que han ganado lugar en la atmósfera social; palabras que hoy circulan bastante aunque poca idea se tenga de ello, razón por la cual hoy en día, llegamos a hasta el límite de observar como falsamente, algunos promotores de la violencia proclaman “paz”, “humanismo” y “no-violencia”. Existe cierta confusión entorno a estos temas, existe cierta manipulación mediática en torno a estos temas. En cuanto a la violencia, la confusión es bochornosa, se llega a creer que “reaccionar” es ser violento, es más, con el fin de “mantener las cosas como están”, se pretende enseñar que ser no-violento es ser pasivo… esto es un absurdo.

Muchas veces hemos visto cómo han tildado de “violencia” al hecho de que alguien reclame sus derechos, muchas veces hemos visto como se habla de una “violencia” contra el progreso y el orden social, cuando bien sabemos que no existe “progreso social” donde crece la marginalidad, la pobreza, el egoísmo y la indiferencia. Aquellos defensores del “progreso y del orden social” serían más coherentes en sus discursos si más bien hablarán de la defensa del “progreso de unos pocos” a costa del “que-me-importismo” respecto a los otros; sin embargo lo más coherente seria empezar a compartir el progreso con todos.
Hoy en día se habla de violencia, manipulando la opinión violentamente, sin ayudar a comprender que la violencia es algo más que solo manipular, agredir o reaccionar. La violencia, que ha incubado: ideologías y formas de pensar; parte en realidad de una forma de “estar” en el mundo… parte de una forma de “sentir” la vida, una forma individualista, materialista y egoísta, en la que “no solo” no se toma en cuenta al otro, sino que se utiliza al otro para satisfacer “intereses mezquinos”.

La violencia es cuando se niega lo humano del otro, bajo fines posesivos en una actitud individualista que impide ver más allá. Es así como podemos hablar de una violencia donde se pretende “chantajear psicológicamente a otro” para ganar o evitar perder algo; es así como podemos hablar de una violencia económica donde unos grupos sociales se imponen sobre otros; es así como podemos hablar de una violencia moral que busca imponer la forma de pensar a otros; es así como podemos hablar de una violencia religiosa donde se pretende imponer la religión a otro; una violencia racial para imponer a una raza sobre la otra; una violencia física donde se llega hasta a matar a otros bajo el nombre de la guerra… Todo ello, bajo fines posesivos e individualistas, representados en la imagen de una cultura materialista que sin darse cuenta, esta llegando a su fin.
No-Violencia no es “pacifismo”, ni pasividad, tampoco aislamiento. No-Violencia es no estar de acuerdo con la violencia, ser no-violento es sentir tanto pero tanto desacuerdo con la violencia como para decidirse a desarticularla.

Los guías inspiradores de la no-violencia nos enseñaron que es posible organizarse para desarticular casos puntuales de violencia; Mahatma Gandhi nos enseño que todo un país, tan diferente en religiones y culturas, como fue la India, pueda liberarse de manera no-violenta del Imperio Inglés; tal como Martin Luther King nos enseñara como luchar en contra de la discriminación para finalmente elevar los derechos de los negros en los Estados Unidos de Norte América; tal como lo ha lanzado Silo con un movimiento humanista que comienza a crecer masivamente hoy en todo el mundo, un movimiento del cual formamos parte, y que actúa socialmente en todas las ramas del quehacer humano, en una diversidad de formas de frentes y organismos sociales, políticos y culturales con el único fin de referenciar hacia la humanización del mundo.

La no-violencia parte de una decisión personal en la que se busca coherencia con uno mismo, es decir: pensar, sentir y actuar en una misma dirección, bajo una regla de oro que nos dice “trata a los demás como quisieras que te traten”, una regla existente en lo profundo del sentir de cada persona, por lo que también la hallamos presente en las raíces de diferentes y diversas culturas que existen y que existieron. La no-violencia nos lleva a organizarnos, a tomar en cuenta al otro, nos lleva a humanizarnos en la forma de ver al mundo; La no-violencia nos supone que el individualismo es insuficiente, por lo que debemos asumir una búsqueda de coherencia, no solo personal, sino también social.
La No-Violencia no es un simple discurso, ni es otra ideología, sino más bien es una actitud que se construye, una metodología de acción, aprendiendo a reconocer lo sagrado dentro de uno y afuera de uno, con experiencias vinculadas a una nueva espiritualidad en función un cambio profundo que se abre paso en el interior del ser humano.

A nosotros, nos interesa que la No-Violencia siga creciendo.

JOVENES X LA NO-VIOLENCIA

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